miércoles, 5 de octubre de 2016

Lift your Skinny Fists Like Antennas to Heaven- CRÍTICA DISCO




A cuatro canciones del cielo

Grupo: Godspeed You! Black Emperor
Disco: Lift your Skinny Fists Like Antennas to Heaven

Hace tiempo que quería hablar de esta obra maestra, bajo la heterogénea etiqueta del post-rock. Aunque sea difícil de tratar, -por su extensión, sobrepasando la hora y media en tan sólo 4 temas-; me cuesta llegar a otra conclusión que la del disco sublime, esos que si llegan en el momento justo te cambian la vida para siempre. Profundísimo -tanto, que parece encerrar una filosofía-; bello, pero no se acerca a la perfección por el camino fácil: demasiadas vueltas y vueltas hasta que llega la catarsis (como en la vida), y todo lo andado, de repente, merece la pena. Es difícil para mí valorar un disco que me trae tantos recuerdos, nostalgias imposibles de apaciguar: paseos y lugares, rutinas perdidas que puede que nunca vuelvan. Un disco para largos viajes, que es un viaje en sí mismo.

Storm, la primera canción, intenta atrapar a los impacientes: a los 6 minutos ya estalló tras ascender alturas recónditas, luego planea durante largos minutos sobre nubes bajas, que más tarde se ennegrecen y colapsan; para terminar con un "remanso" de voces, piano y distorsiones apocalípticas. Brillante. Le sigue Static, cuyo desarrollo es lento, algo a lo que no estamos para nada acostumbrados como oyentes. No se puede escuchar en medio de un día cualquiera, entre nervios y prisas. Necesita la concentración de quien medita, porque este disco es ni más ni menos que una meditación guiada, sobre el mundo y nosotros mismos. Static avanza sin agobios, sintiendo al máximo cada nota.

Susurros eléctricos y graves avisos, estertores de una ciudad futurista (véase Blade Runner), cuerdas tristes como muertes y relatos sobre guerras perdidas. Pocos temas he escuchado en mi vida con un uso de la tensión similar a este. Si Storm se asemeja al discurrir de una tormenta a través de  su ciclo vital, Static es la canción del fin del mundo sin que podamos hacer nada, que quiebra -mil pedazos- y luego se va apagando.

Tras semejantes logros, comienzan de nuevo: una suave voz conecta con notas casi líquidas/ gotas cayendo; es Sleep. Después de unos minutos preciosistas pero más convencionales, el tema parece acabar, continúa perezoso... Es la sección más tranquila del disco, y eso significa la cercanía de algo grande. Varios avisos mantienen la atención, pero es a los siete minutos cuando rompen sus cadenas y empiezan a sonar como (???), gloriosos, directos a la eternidad y al cielo, maravillosos, infinitos y para siempre, pero sobre todo indecibles, mientras se acercan los violines; luego un giro inesperado, pilotando una nave espacial hacia nebulosas por descubrir. Al final, es tan grande y hermoso el vértigo, que se desvanece entre campanillas y anuncios de esperanza. 23 minutos de oro puro y pura vida.

Tanto dramatismo es continuado por Antennas To Heaven, en su inicio una simple voz acompañada de  guitarra acústica, pronto abducen al guitarrista y retorna la densidad acostumbrada. Sonidos casi mágicos predisponen los oídos a uno de los mejores momentos que he tenido la suerte de escuchar en la música, ese que viene después de las voces tranquilas de los niños. Un subidón sin previo aviso, relámpagos coloreados y alguien que puede controlarlos. Sólo por ellos merece la pena una canción -quizás deberíamos decir movimiento, mejor- que a nivel tanto musical como conceptual siempre me ha parecido la más floja del disco, pero no debemos impedirles el gusto de despedirse con 19 minutos de dulcísimas melodías, que van cerrando tras de sí sucesivos telones.

En fin, qué más decir. Un disco para escuchar por las noches antes de acostarse, porque entonces aparece mucho más de lo que creíamos ver; un grupo que siempre ha querido permanecer en el anonimato mediático, así no seré yo quien destape sus vestiduras y anule su leyenda. Que continúen así, inmutables, casi invisibles, lejos de la tierra firme.

Recomendado para: Quienes quieran escaparse por unas horas del ruido del mundo en el interior de uno mismo, socorridos por lo desconocido.

Storm: 9,25
Static: 9,25
Sleep: 9,5
Antennas To Heaven: 8,75

NOTA:9,25

No hay comentarios:

Publicar un comentario