sábado, 10 de diciembre de 2016

10 razones por las que deberías ver Banksy: Salida por la tienda de regalos


Nombre original: Exit Through the Gift Shop
Duración: 1 h 27 min

Hacía tiempo que no  me "tocaba" hablar de una película de la que se pueden decir tantas cosas y a la vez tan compleja de explicar, sobre todo sin incurrir en los malignos spoilers. Así que dividiré la entrada en dos partes, gracias a una fotografía del "Muro de la Verguenza" israelí, que Banksy, artista urbano y director de esta cinta, osó grafitear. 

En la segunda hablaré sin cortarme de la película, así que recomendaría que la vieseis primero. No querría ser yo quien le quitara la magia a los trucos del hombre misterioso, o mujer, quizás sean varias personas. Banksy -que no Bansky, como yo pensaba en un principio- es un pseudónimo tras el que sólo Dios sabe lo que se esconde. 



En estos primeros párrafos, básicamente os intentaré convencer de que la veáis, y si queréis ya volvemos luego a reflexionar todos juntos. ¿Por qué os la recomiendo? Haré una lista de esas que tanto se llevan ahora:

1- Porque está a un click, en realidad. La podéis encontrar en You Tube doblada al castellano, basta con poner el nombre de la cinta en Google y ya aparece. No hace falta navegar por esas webs tan molestas de películas online, en las que te saltan sin parar ventanas emergentes de gente que se ha hecho rica y mujeres dotadas que viven cerca de tí y quieren conocerte.

2- Porque la realidad supera a la ficción. Arturo Pérez- Reverte escribió un libro sobre el mundo del grafiti, llamado El francotirador paciente. Uno de los personajes principales es un grafitero encapuchado y tenebroso. Sí, más sanguinario, pero menos interesante que el propio Banksy, pese a los esfuerzos del académico. Al Sniper reverteriano se le ocurren "gamberradas" pero ninguna con la iconicidad de encarcelar un muñeco vestido de preso de Guantánamo en una atracción de Disneylandia. 

3- Porque lo bueno, si breve... Pues eso. Traicionaría este principio si ahora me extendiera dos párrafos explicándolo. El metraje no alcanza la hora y media.

4- Porque como no está sujeta a nada ni nadie, puede sorprenderte. La libertad creativa de Banksy y su equipo les permite jugar con tu mente. 

5- Es una interesante iniciación al grafiti y todo tipo de arte urbano, así como el interés que empezaron a tener por él los galeristas a partir de los 80 y cómo esto pudo influirle.

6- Y sobre todo porque es una genial disertación sobre la mercantilización del arte... incluso sobre qué es el arte.




Bueno, pues eso, os haya convencido o no, me dispongo a analizar más profundamente. No cruzar los no iniciados.


¿Cómo ordenar nuestra confusión tras ver este documental a medio camino entre lo falso y lo real; con la veracidad, anécdotas y personajes supeditados a la plasmación de una idea, ya desde el título? 

No os engañéis: Salida por la tienda de regalos, aunque puede que no nos demos cuenta en un principio (a mí me ocurrió) es el título perfecto. No puedes salir de un museo, supuesta cuna del conocimiento, el arte y la cultura, si no es por su tienda: lo comercial entrometiéndose en cualquier esquina, intentando cubrirlo todo hasta en los últimos reductos del pensamiento libre y puro de influencias.

 Empecemos por el final. Banksy dice: "puede que el arte sea una especie de broma". Y es el director de la cinta, habrá intentado construir arte aquí. ¿Es este supuesto documental una broma? Todo apunta a que sí. Una broma intencionadamente enmarañada, una trampa para hacernos pensar en lo que nos rodea.

Las demás declaraciones en el ocaso de la obra apoyan esta tesis digamos macabra. Mr. Brainwash, seudónimo de Thierry Guetta, se defiende: "con el tiempo veremos mi creatividad, si soy un verdadero artista". Como éste es la viva encarnación del arte carente de todo significado, el que en realidad está hablando tras los hilos seguramente sea un Banksy atemorizador: el verdadero arte (significado) pronto se confundirá con la mercancía (banalidad, arbitrariedad), si no tomamos conciencia. 

La aventura se había iniciado con Banksy hablando con chulería tras su capucha, y con la voz tratada, una suerte de Bane sin batidos proteicos. Se supone que sería una película sobre él, pero no. Y sí, en realidad. "La película es la historia de lo que pasó cuando este tipo intentó hacer un documental sobre mí. Pero él resulta mucho más interesante que yo. Así que ahora la película irá sobre él." 

Desde el minuto uno, ya da coletazos el juego entre realidad y ficción. Se supone que es una película dirigida por Banksy (carajo, lo pone en la carátula); pero una voz en off presenta al tipo del que hablaba el grafitero, un ocioso comercial llamado Thierry, intentando grabar un documental sobre arte urbano, o sobre todo lo que se cruzaba en general. Todo intencionadamente confuso. Aun sabiendo de antemano que es una broma, ¿dónde empieza y dónde acaba? ¿quién está tras la cámara?

Banksy no quiere hablar sobre sí mismo -¿no perdería acaso parte de su magnetismo?- en lugar de ello nos trae la historia de un don nadie que probablemente sea invención suya, Thierry Guetta, quien necesita grabarlo todo con una cámara porque su madre murió sin previo aviso -bueno, él era el único en no estar enterado, le ocultaron su enfermedad- . Ahora utiliza el vídeo como una forma de volver eternos a los momentos. Y no puede parar de grabar. Él mismo lo reconoce como una droga. 

Más tarde, Guetta descubre que su primo hace arte urbano -es Space Invader-; comienza a seguirle por gusto a filmar de noche, al peligro, vivir sus vidas y ser un fantasma. Pronto ya no sólo captura las andanzas y obras de su primo sino también las de Shepard Failey, Buffmonster, Swoon... Estas figuras son reales, y por tanto la primera parte del documental puede entenderse como un repaso de Banksy a los grandes figuras del arte urbano, una forma de decir "no sólo existo yo". Aparece después, cuando Guetta le conoce y se convierte en su ayudante. 

Llega un punto en el que Guetta tiene tanto material grabado -se supone que estaba elaborando un documental- que vuelve a casa para poner orden en los miles de cintas rellenadas muy por que sí, sin ningún proceso de selección. No lo consigue. 

Comenta Banksy, tras ver la obra del de las patillas: "en ese punto, me di cuenta de que Thierry no era un director, sino alguien con problemas mentales, que por casualidad tenía una cámara. Eran hora y media de trailers de mierdas imposibles de ver."  ¿Quería decir aquí Banksy que muchos de los que hoy en día se creen artistas son en realidad locos a los que el destino les ha dado folios, cámaras, pinceles; y no saben muy bien lo que hacen ni ellos mismos, pero por pedantería humana un puñado de adinerados les dan el valor que estiman oportuno; una especie de ruleta rusa?

Después, Mr. Brainwash/ Thierry se dedica a hacer sus propias obras. Así que la cinta se convierte en una crítica del proceso por el cual el arte se convierte en una nadería; y una defensa simultánea del concepto detrás de la obra, algo quizás sutil pero que la sustenta y le da peso, sentido.  La mezcla de realidad y ficción sigue siendo enormemente confusa: la exposición de Thierry existió de verdad -supongo que él no-; realmente le hizo la portada de un disco a Madonna, éste.



El momento que lo resume todo es Thierry, ya auto-apodado como Mr. Brainwash, y su promesa de que a los 200 primeros visitantes les regalaría una obra original. Está en silla de ruedas, así que lo que hacen es empujarle alrededor de las fotos. Mientras pasa, mancha con un bote de pintura doscientas fotos iguales. Como esos supuestos artistas con obras que valen miles de euros simplemente por tener su firma detrás, siendo vulgares copias unas de otras. Los infinitos seguidores de Warhol. Uno tenía gracia, vale. Más no. 

Un artista selecciona, conceptualiza, simboliza: Mr. Brainwash graba sin parar, en serie; y lo mismo cuando pinta. Pequeñas diferencias, sutiles, casi imperceptibles, convierten una labor incuestionable en la vacuidad más absoluta, un comercio y encima, para estúpidos.

  Life is Beautiful es su eslogan perfecto, para un arte carente de contenido y denuncia, ¿y qué es el arte sino una denuncia política (1984; The Clash...), social (Oliver Twist) o emocional (El guardián entre el centeno; Radiohead)?... La vida es maravillosa: simplemente paga una pasta por mis obras incluso antes de verlas. Al principio de todo, Thierry se dedicaba a comprar ropa vieja y venderla mucho más cara: con el arte hace lo mismo, especular. Copia al pop-art y mancha los dibujos de pintura, para que parezca original un proceso que en realidad es en serie. Arte en cadena para una sociedad que no mire atrás, que no reflexione: todo como siempre y hacia delante. Y echadle un vistazo a su página web cuando podáis: http://www.mrbrainwash.com/

NOTA: 8,8





No hay comentarios:

Publicar un comentario