domingo, 5 de marzo de 2017

South Park,T19 parte 2: toda nuestra vida huyendo de los anuncios


Tras mi entrada anterior sobre la temporada 19 de South Park, quería hacer una reflexión sobre los tres últimos capítulos, muy orientados al periodismo: Contenido Patrocinado, Verdad y Propaganda y La Justicia Final del Director PC. ¿Mejor tarde que nunca, o no?

La figura de Jimmy, gran personaje, director del periódico del colegio, representa a un periodista íntegro de los que ya apenas quedan porque nunca ha habido muchos. Primero se enfrenta a la censura de lo políticamente correcto, -"No quiero que la gente deje de hablar porque le tiene miedo a las palabras"- después a la publicidad, que se convierte en antagonista principal. 

Anuncios inteligentes, que pueden mutar, transformarse en noticias e incluso en personas. Trey Parker y su equipo denuncian así la lacra del contenido patrocinado. Anuncios publicitarios que se presentan como publirreportajes; o directamente camuflados, para confundir al espectador y lograr predisposición hacia una marca y posteriores ventas. En el contexto de la crisis mediática, se han convertido en una de las más importantes entradas de financiación para algunos medios de comunicación: Salvados por el contenido patrocinado. Esto reconocido por ellos mismos, como es el caso de eldiario.es.

El medio digital al que me acabo de referir defiende que "es un formato más efectivo para las marcas y transparente para los lectores, que saben en todo momento que se trata e un contenido pagado por un tercero y además disfrutan de un contenido de valor". 

Los creadores de South Park no lo tienen tan claro y crean la coña de que Jimmy es ya el único en el pueblo que puede diferenciar noticias y anuncios; que son incluso capaces de convertirse en personas y aspiran a dominar el mundo.


Cuidado con Leslie: es un anuncio disfrazado de niña humana

Es interesante esta interpretación darwinista de los reclamos publicitarios: comenzaron siendo algo muy basto y básico, y a medida que nos fuimos acostumbrando a ellos, también nos inmunizamos, vacunados de haber caído ya varias veces en la misma trampa. 

Pero las empresas, para lograr un retorno del dinero invertido, elaboran una publicidad cada vez más sofisticada, que se adelante a nuestro raciocinio y nos haga picar y otorgarles propiedades semifantásticas a productos en realidad similares a los de la competencia. Si se inventa un bloqueador de anuncios, las compañías logran una forma de sortearlo. Es una carrera sin fin movida por los intereses de unos y otros; más bien una persecución.

Otro punto importante es la virulencia de los pop-ups y el clickbait"término peyorativo que describe a las páginas y contenidos web que apuntan a generar ingresos publicitarios en Internet, a expensas de su calidad o exactitud, dependiendo de titulares sensacionalistas para atraer mayor proporción de clicks y fomentar el envío de dicho material a través de las redes sociales. Los titulares click-bait intentan explotar la curiosidad del lector." El éxito en Internet se basa más en esto que en la calidad, tristemente. 

Esta niña de cinco años y medio se subió a la escalera del tejado y... adivina lo que pasó después.

Es perfecta, y se podría resumir en ella la temporada, la escena de Contenido Patrocinado en la que están acostados los padres de Butters. Ella mira su móvil fijamente, con los ojos embobados, mientras, su marido le dice: "¿alguna vez leíste el periódico escolar, Linda? No hay contenidos patrocinados ni enlaces de Internet, sólo artículos sobre las cosas que pasan (...) ¿Sabes cuánto hace que no estoy tranquilo leyendo las noticias? Me acostumbré a leerlas en Internet, pero siento que siempre estoy persiguiéndolas. Es como si estuviera en un agujero negro tratando de alcanzar el artículo, pero de repente estoy leyendo un anuncio, entonces hago click para volver al articulo pero no es el artículo, es una galería de fotos y estoy viendo las peores cirugías plásticas de los famosos. 

Y claro, quiero ver la  última operación que salió mal y hago click en la flecha, pero la flecha no me lleva a la siguiente foto sino a un anuncio de crema facial. ¡Aaarg! Quería leer un artículo pero estoy leyendo sobre una crema e intento hacer click para salir pero el anuncio me sigue por toda la pantalla. ¡Nooo! Entonces hago click en la cruz para cerrar pero no era la cruz para cerrar, era otra galería de fotos. Sólo quiero saber lo que pasa en Oriente Medio, pero estoy viendo una lista de las diez mejores películas de terror de la historia. Y esa no es la flecha para otra noticia, es un anuncio ¡Aaaah!". Cuando termina, le grita a su mujer, porque está atrapada, obnubilada ante la pantalla del móvil: ¡Lindaaa!

Internet es un gigantesco pantano electrónico donde perdernos, hundirnos y apartarnos de nuestros fines; como les ocurre a Kyle, Stan y los demás en Verdad y Propaganda. La capacidad de distracción y adicción de la red, llena de información valiosa pero todavía más de material de dudoso valor, será uno de los frentes de batalla de los padres y madres del presente y futuro. Y no es algo que no pueda ocurrirle también a los adultos, como ya se muestra en el propio episodio.

Aunque la crítica a lo políticamente correcto ya la planteé en la primera parte de esta reseña, no olvido la aparición en esta trilogía final de la temporada de un par de "monstruos" del movimiento progresista: los que sólo se suman al carro para conseguir objetivos personales (socializar, ligar, etc.), vendiendo como lucha social lo que sólo es una búsqueda del beneficio personal; y quienes se convierten en cotorras sin reflexión que sólo repiten consignas, aplicándolas como apisonadoras en cualquier oportunidad. Es el caso de Randy Marsh, a quien su esposa le espeta: "Te has convertido en un matón. Cuando una persona dice algo incorrecto, le saltas encima".

Para terminar, creo que da para la reflexión la frase de Nathan "¿Qué es PC (lo políticamente correcto) sino un sinónimo de gentrificación? Arreglar todo, eliminar lo feo, para crear una sensación falsa de paraíso. Sólo una cosa puede vivir en este mundo. Anuncios".

Es decir, cómo muchas veces cuando se hace presión para eliminar pensamientos y actitudes, lo único que se hace es tapar la realidad detrás de un telón (y con realidad no me refiero a que tengan razón, sino la verdad de que sigue existiendo gente pensando de esa manera). Creo que lo único que puede hacer calar un mensaje es el diálogo y la reflexión libre alrededor de él, no la coacción. Porque entonces, sólo seremos anuncios, hipócritas, maquillados, y todos hablaremos bonito mientras la situación no ha avanzado un centímetro, o está a punto de retroceder.

NOTA (de la temporada): 8,5

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