domingo, 7 de mayo de 2017

Charles Bukowski: Hijo de Satanás



Libro: Hijo de Satanás
Autor: Charles Bukowski
Género: relatos cortos (21)
Año de publicación: 1993
Número de páginas aprox: 200

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Los relatos de Charles Bukowski son incómodos de leer porque la vida es incómoda de vivir. Cuenta las experiencias de borrachos, deportistas, escritores y asesinos (no son categorías excluyentes) en un mundo hostil e irónico, casi gracioso, como un escupitajo.

A sabiendas de lo irresoluble de sus problemas, recurren a la bebida para olvidarlos. Aquí yace un ser humano diminuto, cuya inconsciencia e indolencia han marcado su destino hace tiempo: todo está perdido.

El sexo y la violencia se expanden y nunca diluyen, es una espiral en cadena y se han olvidado de tirar de ella: el padre pega al hijo que casi mata al otro niño; la camarera insulta a un pordiosero porque la desprecian a ella.

Vidas-laberinto de botellas, fracasos y tragedias. Una mancha de sarna aumentando en círculos concéntricos, escrita en una prosa tan directamente soez que sólo firmaría un sinvergüenza.

Sobrio o soberbio, aunque algunos relatos no tengan demasiado en especial, Bukowski consigue siempre la atención del lector y también nos deja composiciones meritorias, como la surrealista Hacia arriba sin alas o La vida de un vagabundo. 

De la última citada, es memorable su crítica al abandono social y el olvido de los veteranos de guerra. Marcha exultante un tropel de soldados montados en un camión, y al encontrarse al vagabundo protagonista de la historia, le increpan por su condición de desamparo, dando por hecho que se trata de un vago y un maleante.

Pero allí hay otro vagabundo que les dice que se lo dejen a él, que le revienta, pues luchó en la segunda guerra mundial. Entonces, las tropas le jalean. ¿Por qué los militares que van al frente  insultan a alguien sólo por ser un vagabundo? ¿Por qué sólo es un vagabundo, otro militar que ha vuelto de él? ¿La sociedad es una rueda injusta que se aprovecha de nosotros, nos va tragando?

Destaca a lo largo de los veintiún cuentos un estilo depurado y ágil que, lejos de evitar lo crudo y desagradable, intenta clavarse entre las rendijas de alguna cloaca.

No es una lectura para quien quiera encontrar el sentido de la vida (aquí nadie parece en disposición de acercarse), sino vivir oscuridades, ironías y castigos de dioses ocultos: la imbecilidad humana. Él narra lo inenarrable, quizás tú quieras oírlo.

Más obras

Fotografía extraída de Photopin: Photo- Orbe, Ecos en la oscuridad

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