domingo, 9 de julio de 2017

The Velvet Underground: White Light/ White Heat



Disco
Título: White Light/ White Heat
Grupo: The Velvet Underground
Año: 1968
Duración: 40:13

¿Su anterior álbum tiene un plátano en la portada, diseñado por su mecenas por aquel entonces, Andy Warhol, y mola un puñao? Sí. Pero éste es mejor. Situémonos: The Velvet Underground and Nico era un disco de canciones. Y claro, algunas de ellas eran Heroin o Waiting For the Man. Cuántas veces  habremos deleitado/asesinado nuestros oídos con ellas. Pero es que el White Light/ White Heat se escucha entero (si puedes soportarlo, claro). Es una entidad en sí misma. Con peso propio. Color no tanto.

En esta ocasión, la Velvet presentó gráficamente su propuesta con algo parecido a un símbolo pirata sobre un fondo negro. Y sólo hay seis temas, de diversa duración, que conforman uno de las entregas más completas y subversivas de la historia del rock.

Empieza justo por donde íbamos: "White Light/ White Heat", primera canción del disco que toma prestado su nombre a cambio de abrirlo, es en su mayoría una revisión de Waiting For The Man y ese maravilloso piano, aquel sonido indescriptible en palabras, desinhibido, que parece coquetear con la ironía (y la heroína). Pero que nadie se confunda, esto es un mal sueño. Así que en el último minuto una bola de ruido se traga la canción, tatarabuela de You Made me Realise y su éxtasis nuclear. Comienzan con el piloto automático, terminan con algo que nadie había hecho antes ¿inventando el noise rock?

No nos engañemos, éste es el disco más experimental de la Velvet. Espero que no penséis que soy un pedante: no se trata de ver algo raro y aplaudir. La siguiente canción "The Gift", es la narración de un cuento acompañada con un solo de guitarra. Podría ser una mierda, claro.

La cuestión es que no sólo Cale recita con una voz que transmite y evoca, sino que la parte instrumental es increíble y merecería su escucha por separado. Palabras e instrumentos van por diferentes canales, así que puedes jugar a focalizar tu atención primero en uno, luego el otro, y a pesar de no conocer bien el inglés si se hace algo larga es porque dura ocho minutos veinte segundos. No tiene sentido hablar de pretenciosidad cuando demuestran su calidad musical y su estilo único en cada compás.

Luego viene "Lady´s Godiva Operation", de las favoritas del propio Lou Reed, puro sonido Velvet Underground. Esa percusión, ese hipnotismo con chirridos de fondo...  Venus in Furs para todos los públicos. Culmina simulando con efectos, ritmo y voces aquello de lo que habla: la operación de Lady´s Godiva. Y a mí me parece escuchar a Chewbacca.

Si el primer trío era bueno, el segundo ya no digamos. Primero llega "Here She Comes Now", una bella y dulce canción pop no muy alejada de lo que no mucho más tarde buscaría Lou Reed en solitario. Cuenta con grandes versiones, entre ellas una de Galaxie 500.


¡Oro puro!

Pero tanta inocencia no ha servido para nada, salta por los aires a partir de "I Heard Her Call My Name",un tema imposible que explota y estira al máximo las posibilidades de cada uno de los instrumentos, Lou dice "biribiri biribiri" y el ritmo es terrorífico. No me quiero ni imaginar la dificultad de tocar esto. Llega un punto en el que no sabes si sigue la canción o ya son notas al azar, y sientes casi vértigo.

¿Está rota o no está rota?  ¿Qué estamos escuchando exactamente? ¿La libertad del jazz, con distorsión? ¿Un narrador extasiado sobre un acompañamiento de locos? ¿Es un solo de guitarra o no lo es? (Si eres de la Velvet por su faceta pop en lugar de sus salidas por la tangente, puedes intercambiar esta nota por la del anterior tema).

Y tras demostrar que eran los mejores o no había nadie mejor que ellos, en ese momento exacto llega Sister Ray. Diecisiete minutos que dura la bicha. Es una orgía sobre una orgía, ocurren en tus oídos y un barco respectivamente. El verdadero festival del ruido.

John Cale deja su tradicional viola y se pasa al órgano. No sé si habíais escuchado alguna vez cómo suena uno. Aquí me recuerda a música de videojuego campestre pasada por Lucy in the Sky with Diamonds. Pero que no, que es imposible describirlo. ARTE. Pasa de mis metáforas y dale al play.

Recuerdo aquellos tiempos cuando subía aquella calle, hasta el hotel, y cómo fui asimilando Sister Ray. Al principio, sólo escuchaba los primeros dos minutos. Luego, cinco. Después siete. Hasta que de tanto mirar al precipicio, caí en él.


White Light/ White Heat: 9,4
Una canción estándar (para ellos, quiero decir) que se convierte en el intento de encender una avioneta averiada

The Gift: 8,6
La narración de una catástrofe mientras la cabeza de alguien imagina una cascada inagotable de notas 

Lady´s Godiva Operation: 9,3
Un concierto en un quirófano

Here She Comes Now: 9,3
La breve demostración de que éste es un disco tan raro que un tema pop inocente suena extraño en su ecuador

I Heard Her Call My Name: 9,7
¿?

Sister Ray: 10
¿?

No hay comentarios:

Publicar un comentario